Los primeros presos de la Cárcel de Torrero.

octubre 13, 2020

cárcel de Torrero


La fecha se mantuvo en secreto hasta el último momento. Pocas personas sabían a ciencia cierta cuándo la población reclusa encarcelada en la vieja prisión de la calle Predicadores, situada en el centro de la ciudad, sería trasladada hasta la nueva Prisión Provincial de Zaragoza ubicada en la periferia, en los terrenos de Torrero. La operación era más complicada de lo que aparentemente pudiera parecer. En primer lugar, porque la cárcel carecía de coche celular. Esta circunstancia obligaba a trasladar a los presos a pie, unidos con cadenas y acompañado de un fuerte dispositivo de seguridad. Las autoridades locales y la dirección de la Prisión Provincial de Zaragoza temían que de saberse el día en el que los reclusos iban a ser trasladados se pudieran producir graves disturbios. No obstante, la población penal tenía que transitar por las céntricas calles de la ciudad para llegar al nuevo establecimiento penitenciario, recorrido sin duda muy propicio para realizar emboscadas e intentos de huída. 

El día elegido fue la madrugada del 12 al 13 de octubre de 1928. Mientras la ciudad pasaba la resaca del día del Pilar, varios funcionarios de prisiones, acompañados por el director de la prisión, Isidro Castillón López, y por miembros de la Guardia Civil, iniciaron el traslado de la población reclusa. Mientras la ciudad dormía, los 96 reclusos existentes aquel día en la vieja carcel de la calle de Predicadores fueron conducidos en diferentes grupos hasta la nueva Prisión Provincial de Zaragoza, situada en el barrio de Torrero. La operación, que transcurrió sin problemas, se dio por finalizada a las seis de la madrugada. De esta forma comenzó la historia de una prisión que en 1928 abrió sus puertas para erigirse en un recinto de reclusión seguro y modelico, donde con la llegada de la Segunda República (1931-1936) se intentó convertir en un espacio para regenerar al delincuente pero que años más tarde, con el inicio de la Guerra Civil española (1936-1939) se convirtió en un espacio de castigo, hambre, miseria, sufrimiento y muerte.

Más información en:
Libro cárcel Torrero


Entradas relacionadas

0 comentarios

¡Gracias por tu comentario!